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sábado, marzo 22, 2008
Realidad
Dedico este texto para aquellos que 'creen en su cordura, los que -sueñan- que viven en la realidad, los que se atan a normas y leyes formuladas por humanos, los que creen que lo tangible y concreto es lo real.
"Protones y neutrones danzan formando figuras maravillosas a nuestros ojos, como las figuras de un caleidoscopio. Pero como éstas, ilusorias, porque no son si no guijarros de colores que brillan un momento ante la luz del sol, que es Dios.
Este mundo es sólo figura. Figuras reflejadas en el fondo de una cueva, había dicho Platón. Figuras reflejadas en una pantalla de cine o de televisión, diríamos nosotros.
Como estrellas de cine que vemos cantar y reir en una pantalla, pero que no son reales, si no una imagen, efectos de luz y sombra: así también son las estrellas del cielo que sonrien y cantan en la noche. Y tal vez son estrellas que ya no existen, muertas hace millones de años, aunque su luz sigue llegando hasta nosotros, como estrellas de cine que ya han muerto hace mucho tiempo pero que nosotros seguimos viendo reir y cantar en la pantalla.
Percibimos fugaces imágenes sensoriales, con los ojos, los oidos y el tacto, en la pantalla de los sentidos, pero ello no es la realidad. La muerte será para nosotros el fin del programa y el volver a la realidad. Y mientras tanto estamos ante el mundo como niños embobados ante la televisión..."
Ernesto Cardenal, Libro Vida en Amor (fragmento)
sábado, marzo 15, 2008
Tributo a CAONABO
“El Primer Libertador Americano”
“por Juan Bosch”
“El día mismo que pisaba tierra americana al volver en su segundo viaje, iba a encontrarse Cristóbal Colón, por vez primera, con la sombra de un jefe que estaba llamado a llenarle de graves preocupaciones durante largo tiempo. El primer mensaje de Caonabó -"Señor de la Casa de Oro"- fue terrible: se trataba de los cadáveres de dos soldados españoles; los siguientes serían más fieros y tendrían todos el sello de altivez única que distinguió al cacique indígena, el primero que luchó en América por la libertad, el primero, también, que venció a los europeos en este hemisferio y el primero que produjo -hasta donde lo sepa la historia- una huelga de hambre en el Nuevo Mundo.
“Señor de la montaña, majestuoso, altivo como el más poderoso de los reyes del mundo, parco en palabras y heroico en todos los momentos de su vida, Caonabó, que no era un salvaje cruel ni mucho menos, combatió en defensa de indios que no pertenecían a su cacicato y mostró agudeza y señorío bastante para poner en peligro el poder español en sus recién conquistadas tierras, aun inutilizado por la prisión. Mientras él vivió, Colón no se atrevió a imponer tributos a los pueblos indígenas. Aun teniéndolo encerrado en una estrecha celda, el Almirante jamás consiguió de él la menor muestra de sumisión o de debilidad y ni siquiera de respeto. Su sola presencia imponía admiración.
“por Juan Bosch”
“El día mismo que pisaba tierra americana al volver en su segundo viaje, iba a encontrarse Cristóbal Colón, por vez primera, con la sombra de un jefe que estaba llamado a llenarle de graves preocupaciones durante largo tiempo. El primer mensaje de Caonabó -"Señor de la Casa de Oro"- fue terrible: se trataba de los cadáveres de dos soldados españoles; los siguientes serían más fieros y tendrían todos el sello de altivez única que distinguió al cacique indígena, el primero que luchó en América por la libertad, el primero, también, que venció a los europeos en este hemisferio y el primero que produjo -hasta donde lo sepa la historia- una huelga de hambre en el Nuevo Mundo.
“Señor de la montaña, majestuoso, altivo como el más poderoso de los reyes del mundo, parco en palabras y heroico en todos los momentos de su vida, Caonabó, que no era un salvaje cruel ni mucho menos, combatió en defensa de indios que no pertenecían a su cacicato y mostró agudeza y señorío bastante para poner en peligro el poder español en sus recién conquistadas tierras, aun inutilizado por la prisión. Mientras él vivió, Colón no se atrevió a imponer tributos a los pueblos indígenas. Aun teniéndolo encerrado en una estrecha celda, el Almirante jamás consiguió de él la menor muestra de sumisión o de debilidad y ni siquiera de respeto. Su sola presencia imponía admiración.
Mujer más...
Me levanto a la nueva mañana, saludo la vida y entre los ritos del amanecer descubro mi imagen ante el espejo. Detengo mi marcha para mirar la desnudez candida que me pertenece desde mis cabellos hasta el último dedo de mis pies.
Busco la pregunta entre todas mis dudas y tímidamente encuentro la esencia, elmovimiento por el cual me mantengo, por el paso y me transformo.
Y me resisto a creer que soy tan solo un puñado de células que transitan la vida, porque al mirarme veo más...veo una lágrima que brota y un vientre que se ensancha, veo fueria y risa convertida en paloma, veo lucha y pasion que arañan la eternidad, veo sueños que deshullan la luz para asir el futuro.
Y veo más. Veo una mujer en rubores de esperanza, arrebatos de ternura y ardores de sol de medio día.
Entonces respiro y deseo aspirar todo el aire que me rodea. Y declaro con rabia los cantos de una nueva generacion que alcanza con sus manos y su astucia los pétalos de la libertad.
El espejo ya no me alcanza, porque soy más, porque crezco en cada latido que hace más humano el corazón y creo...Puedo caminar desnuda por los azares del destino
Vivian Elena Tejada
Busco la pregunta entre todas mis dudas y tímidamente encuentro la esencia, elmovimiento por el cual me mantengo, por el paso y me transformo.
Y me resisto a creer que soy tan solo un puñado de células que transitan la vida, porque al mirarme veo más...veo una lágrima que brota y un vientre que se ensancha, veo fueria y risa convertida en paloma, veo lucha y pasion que arañan la eternidad, veo sueños que deshullan la luz para asir el futuro.
Y veo más. Veo una mujer en rubores de esperanza, arrebatos de ternura y ardores de sol de medio día.
Entonces respiro y deseo aspirar todo el aire que me rodea. Y declaro con rabia los cantos de una nueva generacion que alcanza con sus manos y su astucia los pétalos de la libertad.
El espejo ya no me alcanza, porque soy más, porque crezco en cada latido que hace más humano el corazón y creo...Puedo caminar desnuda por los azares del destino
Vivian Elena Tejada
viernes, marzo 07, 2008
Rosas Nuevas
Lágrimas de rosas nuevas rompen en ternura la Luna llena...
y tú, mujer... eres quien desarropas el Sol cada mañana,
para llenar de luces el día recién nacido.
Con el canto temprano retomas tu misterio
y un aliento de ternura te sorprende en la ventana
emprendes tu camino en el asfalto
con tu corazón henchido de sueños y esperanzas.
Andas pregonando futuro, deshojando margaritas,
haciendo de cada segundo la eternidad de un vuelo
más allá del horizonte.
Pero...con tu sudor y tus lágrimas
se ha mojado tu vestido de mariposas blancas
mas, tu mirar es un anticipo de tu libertad
y en tus ojos cabe todo el universo,
desde la espina del limón
hasta los azules inmensos...
Entonces suspiras, con un aliento eterno...
y la brisa se lleva tu tristeza.
Luego te marchas a mirar las rosas
y a escribir tu nombre.
Vas con tus pechos desnudos y el vientre pesado,
contemplando la medida de tu sombra en el camino,
haciéndole una canción a la luna
y, entre paso y paso
marcando la esperanza de hacer mas digno el ser humano.
y tú, mujer... eres quien desarropas el Sol cada mañana,
para llenar de luces el día recién nacido.
Con el canto temprano retomas tu misterio
y un aliento de ternura te sorprende en la ventana
emprendes tu camino en el asfalto
con tu corazón henchido de sueños y esperanzas.
Andas pregonando futuro, deshojando margaritas,
haciendo de cada segundo la eternidad de un vuelo
más allá del horizonte.
Pero...con tu sudor y tus lágrimas
se ha mojado tu vestido de mariposas blancas
mas, tu mirar es un anticipo de tu libertad
y en tus ojos cabe todo el universo,
desde la espina del limón
hasta los azules inmensos...
Entonces suspiras, con un aliento eterno...
y la brisa se lleva tu tristeza.
Luego te marchas a mirar las rosas
y a escribir tu nombre.
Vas con tus pechos desnudos y el vientre pesado,
contemplando la medida de tu sombra en el camino,
haciéndole una canción a la luna
y, entre paso y paso
marcando la esperanza de hacer mas digno el ser humano.
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