domingo, mayo 11, 2008

Al Filo de la Navaja... Mi primera travesía




Al Filo de la Navaja... Mi primera travesía
Hace alrededor de cinco años viajé al Pico Duarte, acompañada de un grupo de estudiantes y guiados por nuestro siempre recordado Oscar Cañizares. Temprano en la mañana salimos muy contentos... se escuchaban las anécdotas de algunos que habian subido anteriormente y decían que el pedazo más difícil de atravesar era ' El Filo de la Navaja '...

Con gran entusiasmo llegamos al lugar donde iniciamos la travesía... tomamos las mulas y nos dispusimos a salir... la mula que me dieron se llamaba Maroa y era muy rebelde, pero sí tenía una mula delante ella se mantenía tranquila... Que mula!!!

Iniciamos el camino y aquella tarde nos esperaba El Filo de la Navaja, como una bienvenida al largo recorrido que nos esperaba.

El Filo de La Navaja, visto desde mis ojos sobresaltados, es un camino angosto subiendo la montaña por el que cruzas una sola vez... La espesura de la montaña a tu derecha y a tu izquierda el enorme precipicio y, al fondo del precipicio ves el rio Bao tan pequeño y delgado, que es impresionante... imaginate que altura! Es un trecho considerablemente largo para el riesgo que implica del que salimos con bien y después de pasarlo tomamos un descanso.

Pues así como atravesamos ' El Filo de la Navaja ' de igual forma siento que he atravesado muchos filos en mi vida, algunos los recuerdo, otros no y otros pasaron y ni cuenta me di. Tengo la certeza de que en esos filos quien me ha acompañado es Dios, nuestro Padre de Amor y doy gracias porque me ha librado en cada uno de ellos de caer al abismo.

Recuerdo a Cañizares, del cual nunca voy a olvidar su sinceridad, su voluntad, su fuerza, su determinación, su firmeza y su bondad, tampoco olvidaré su mas bella oración, la que digo en muchas ocaciones y sobre todo en momentos de tribulación... ' !Señor, haz que vea! '. Doy gracias a Dios por permitirme conocer personas como El, que supieron hablar con el ejemplo... porque la única forma de servir es sirviendo.

Al filo de la Navaja he vivido desde que nací, soy un milagro de Dios en este mundo. Mis padres, ya no tan jóvenes, me recibieron en este mundo junto a cuatro hermanitos de 10, 9, 8 y 4 años; espero fuera de regocijo mi llegada, realmente. En mis primeros meses de nacida tuve convulsiones y mi madre y mi Tía política Ana salieron conmigo desde Juan Lopez (zona rural) hacia la ciudad de Moca y a donde primero me llevaron fue a la iglesia, para que no me muriera Mora, sin bautizo... ahí después de suplicarle al padre, quien no quería bautizarme porque estaba practicamente muerta, apareció el mejor amigo de mi abuelo Papá Toñito, Don Josesito, éste ejerció sus influencias en la parroquia y finalmente me Bautizaron... Al recibir el Agua Bautismal, mostré signos de vida, entonces corrieron hacia la clínica conmigo mi madre y mis reciente padrinos. Mi mamá ni siquiera recuerda qué diagnosticaron los médicos. Lo que le dijeron es que tenía una fuerte infección intestinal porque no asimilaba ningún tipo de leche y que tenian que llevarme a un Dr. en Santiago ( Dr. Canó) y así logre sobrevivir al Filo De La Navaja.

Y así trancurrió mi niñez, entre enfermedades y cuidos exagerados de mis padres, imposiciones, represiones y siempre expuesta ' al precipicio ', en medio de cuatro hermanos, sin poder hacer lo que ellos hacían... pero fui feliz, porque el estado de inocencia es la mayor felicidad que puede experimentar un ser humano. Como dice Jesús, mediante el Evangelio: " Dejad que los niños vengan a mi, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos ".